Guillermo Morphy y Sofía Vela en Urberuaga de Alzola
10/11/2023
Las propiedades medicinales de las aguas de Urberuaga de Alzola hicieron que dos destacadas personalidades de la música del siglo XIX: Guillermo Morphy y Sofía Vela, encontraran no solo terapia para el cuerpo, sino también para el alma. Entre baños termales y pasiones musicales, Morphy y Vela cultivaron una amistad que trascendió los límites de nuestro antiguo balneario, dando lugar a la dedicatoria de obras musicales y poemas.
Quién era Guillermo Morphy

Guillermo Morphy y Férriz de Guzmán, Conde de Morphy, desempeñó desde 1874 la labor de secretario personal del rey Alfonso XII, por el cual obtuvo el título de conde en 1884. A la muerte del monarca, en 1885 se convertiría en secretario personal de la reina regente María Cristina. Guillermo Morphy, de ascendencia irlandesa, nació en Madrid el 29 de febrero de 1836. Morphy mostró un gran talento musical desde una edad temprana, sin embargo, su prometedora carrera musical se vio interrumpida por su compromiso con la monarquía española, lo que lo llevó a dedicarse a la educación y asesoramiento del príncipe Alfonso, desde que contaba 6 años de edad, así como a diversas responsabilidades dentro de la corte.
La música de Guillermo Morphy

A pesar de su dedicación en los asuntos de la realeza, Morphy dejó un legado musical considerable. Entre sus obras musicales más destacadas se encuentra la «Sonata para piano y violín», la «Serenata española para canto y piano» y la «Sonatina para piano a cuatro manos». Morphy también incursionó en el mundo de la ópera con «Mudarra» y «Los amantes de Teruel» que no llegó a finalizar, al igual que «Un mariage à Seville», que no llegó a estrenarse debido a la guerra franco-prusiana.

La ópera completa «Lizzie», «Zambra morisca», «En el cielo la luna» y «El cántico de Moisés» reflejan el talento musical de Morphy y su pasión por la música y su obra magna, «Les luthistes espagnols du XVIe siècle», revela su profundo compromiso con la preservación y estudio de la música antigua. En sus viajes por Europa, pudo enriquecer su conocimiento musical, y su estancia en Bruselas en 1863, bajo la tutela de M. Fétis, director del conservatorio, marcó un hito significativo en su carrera.
Tratamientos en Urberuaga de Alzola

A pesar de su éxito en la corte y su papel influyente en el ámbito político y cultural, Morphy tuvo que luchar contra los problemas de salud a lo largo de su vida. En los momentos más delicados, recurría a los baños termales como tratamiento, siendo nuestro Balneario de Urberuaga de Alzola, uno de los lugares destacados donde buscaba alivio y bienestar. Tal y como relata Pedro Fernández, en la crónica “Revista de Baños” publicada el 22 de agosto de 1857 en La Época, Morphy se encontraba en Alzola con su madre y Sofía Vela con su padre.

El Balneario de Alzola, conocido por la calidad de sus aguas medicinales y su pintoresca ubicación en medio de la naturaleza, ofrecía a sus visitantes no solo tratamientos terapéuticos, sino también la oportunidad de interactuar en un entorno social y cultural sofisticado. Morphy, junto con otras personalidades notables, disfrutaba de la vida en el balneario, participando en eventos musicales, actividades sociales y excursiones campestres. La atmósfera única del balneario, enmarcada por la belleza natural de nuestra región, brindaba un entorno propicio para la inspiración y la relajación.
Quién era Sofía Vela

Alzola se convirtió no solo en un refugio terapéutico para Morphy durante sus momentos de salud más delicados, sino también en punto de encuentro social y cultural para figuras importantes de la época. Entre las amistades que cultivó entre las paredes de nuestro balneario, destaca la figura de Sofía Vela y Querol, casada en 1858 con el poeta Antonio Arnao, del que adoptaría el nombre, convirtiéndose en Sofía Vela de Arnao. Esta talentosa cantante, pianista y compositora de renombre, también había asistido con sus padres al Balneario de Alzola.

Sofía Vela de Arnao desempeñó un papel destacado en los círculos musicales de Madrid durante el siglo XIX. El compositor ruso Mijaíl Glinka la elogiaría como una «contralto con perfectas dotes y música excelente». Participó activamente en el Liceo Artístico y Literario de Madrid y en conciertos de gala en el Palacio Real, donde compartió escenario con músicos de renombre como Liszt. Su repertorio operístico incluyó obras de Donizetti, Rossini y Verdi. Nombrada contralto de cámara de S.M., formó parte de la Real Cámara de Isabel II, destacando en óperas de Emilio Arrieta.

Nos gusta pensar que la influencia terapéutica y social del Balneario de Alzola inspiraron alguna de las obras musicales de Morphy y Vela o al menos, que tuvimos algo que ver en sus lazos de amistad. Morphy dedicaría a Sofía Vela su “Primera sonata para piano y violín” y el marido de Vela, Antonio Arnao, dedicaría a Morphy el poema “La Caza aérea”. Morphy falleció en Baden (Suiza) el 28 de agosto de 1899, a la edad de 63 años, a donde fue para mejorar su estado de salud. Vela fallecería una década después, el 24 de noviembre de 1909, a la edad de 81 años.