El Agua cruda y potable no son comparativas con el Agua Mineral Natural

Agua Cruda y Agua Potable frente al Agua Mineral Natural y una alimentación sana y saludable.

01/02/2018

Agua cruda y agua potable son términos que hacen referencia al agua para consumo humano. Sin embargo, ninguna de estas es comparable al Agua Mineral Natural.

 

Aguas Minerales Naturales

Las Aguas Minerales Minerales Naturales son por definición legislativa en España, aguas sanas, libres de impurezas y/o contaminantes. Las Aguas Minerales Naturales son rigurosamente, el único alimento al que se le puede atribuir la Pureza en Origen. Lo que implica que no han sido objeto de alteración.

No han sufrido contaminación. No han sido objeto de filtrado o tratamiento alguno por parte del ser humano.

Desde que este comenzara a consumir hidrocarburos y con ello a desnaturalizar el planeta son las únicas aguas puras. Las Aguas Minerales Naturales son fruto de la Naturaleza. Las Aguas Minerales Naturales son salubérrimas para el organismo del ser humano.

Agua Mineral Natural Alzola Basque Water es un alimento con Pureza Original no comparable al agua potable ni al agua cruda

Agua de Manantial desde 1843 Alzola Basque Water es sinónimo de Salud Mineral Natural

Agua cruda

El agua cruda es conocida como el agua de lluvia embotellada. El Agua cruda no ha sido objeto de filtrado, descontaminación o esterilizado, ni tratamiento como ocurre en el caso del agua potable.

Las aguas crudas pueden ser denominadas por el público internacional como aguas embotelladas. No obstante, la legislación española prohíbe su comercialización como un consumible alimentario, en ausencia de un tratamiento de potabilización.

Su envase es lo más cercano que pudieran estar nunca de las Aguas Minerales Naturales. Siempre, matizando su lejanía en la etiqueta que debería mostrar la denominación de «agua potable preparada«.

 

Agua cruda, fenómeno de masas

El Agua cruda se está convirtiendo en un fenómeno de masas. Atraídas por la idiosincrasia que plantea un liderazgo de los EEUU sobre las tendencias europeas, se ha establecido en nuestra sociedad la condición de fidelidad hacia lo que es tendencia en el continente norteamericano.

 

¿Dónde queda nuestra Cultura del Agua frente al agua cruda?

Durante la década de los ´60-70, las fuentes naturales de las que brotaban aguas cristalinas eran numerosas en cada pueblo, en cada comarca e incluso en las actuales capitales de provincia.

Nuestros abuelos y abuelas acudían con la marmita, el cántaro o el botijo a recoger el agua que emanaba de estas fuentes. Lo hacían a diario. Con sumo agrado la consumían tanto para ingesta como para la preparación de alimentos.

El agua siempre ha tenido un protagonismo fundamental para la salud. Bien mediante el tratamiento hídrico-termal durante la época dorada de los Balnearios y también en su uso en la cocina y su relevancia en la nutrición saludable.

Sin embargo, la percepción que de aquella cultura ha heredado el individuo de este país se ha convertido en una derivada de los ecos de actualidad con origen en los medios de comunicación masivos.

 

¿Por qué desprenderse de lo que sabemos ante modas como la del agua cruda?

Existe un cúmulo de condicionantes que nos lleva a tomar una actitud y a que ésta se propague por contagio. De todos los condicionantes, los que directamente afectan a la actitud de las personas dependen de sus aptitudes.

Es decir, depende de que nos despreocupemos ó no, de nuestra Cultura. De que otorguemos a las prisas el poder para que el paso del tiempo facilite que descuidemos nuestras habilidades, incluidos los sentidos.

Lo siguiente se torna en indiferencia, falta de interés, ausencia de rigor y déficit de criterio para llamar a las cosas por su nombre. Desaparecen las habilidades de autocrítica y en consecuencia también el pensamiento positivo. Así, nos acaba dando igual agua cruda que agua potable que Agua Mineral Natural.

¡Por Tutatis!, nos convertimos en siervos. Fáciles de manipular, condenados a seguir a la masa que determina lo que tenemos que sentir, pensar y decir. En consecuencia, de hacer para ser felices.

 

El camino desde el manantial de Alzola Basque Water

¡Pues No! Este no es el camino.

Desde el manantial de Alzola Basque Water queremos reivindicar el derecho a la información del consumidor entorno a la alimentación.

Queremos y creemos que debemos dotar a las personas de la información objetiva, pertinente y suficiente. De esta manera, cada persona podrá tomar sus decisiones con criterio, con conocimiento de causa.

 

¿Qué proponemos desde el manantial de Alzola en Elgoibar?

Objetividad, concreción y transparencia cuando se habla del agua. Independientemente de su naturaleza, singularidad o características.

 

  • Objetividad

Solicitamos objetividad (con la ley en la mano) cuando se trata de nombrar y diferenciar las distintas aguas.

Esta distinción se ha de hacer siempre con criterio. Como en el ser humano la biometía (huella dactilar o el reconocimiento del iris), en el caso de las aguas es la composición química la que marca la diferencia. La que determina por definición legislativa la naturaleza y el carácter de las aguas.

 

  • Concreción

Concretar con la mayor precisión los términos empleados en los mensajes entorno al agua advierten del nivel de objetividad de un artículo, teaser o documental.

En el caso del artículo que hemos descubierto se ha actualizado con fecha miércoles, 31 de Enero del 2018 en un canal mediático estatal por todos conocido, el nivel de concreción afecta a la objetividad del artículo.

El artículo proviene del blog de Luis Alberto Zamora. Entra en el terreno de la comparativa entre el Agua Mineral Natural y el agua de grifo. E invita por su carencia de rigor al descuido de nuestra habilidad cognitiva.

En consecuencia, nos lleva a una manipulación involuntaria que puede alterar de manera subjetiva nuestra composición de criterio.

El Agua cruda y potable no son comparativas con el Agua Mineral Natural

Artículo sobre el Agua cruda, potable y la comparativa con Agua Mineral Natural al que hacemos referencia

Nos expresaremos de otra forma para evitar confusiones:

¿Cuántos de ustedes que han leído el artículo se han interesado por la procedencia de los datos para dicha comparativa?

No hace mención a las marcas de Agua Mineral Natural a excepción de un comentario: «son las más vendidas en el territorio español.»

¿Cuál es el origen de dichas lecturas?

Las lecturas tomadas para afianzar la tesis del artículo no muestran su origen. Tampoco determinan qué estamento autorizado las ha tomado. Simplemente hace mención a «un diario español» en un intento de «¿lavado de manos?».

Aún más preocupante es que el autor da a entender que todas las lecturas del agua de grifo son idénticas. (Es flagrante su necesidad de atender este otro artículo en el blog de Alzola Basque Water.)

Entendemos que esto se debe a la falta de rigor en la comparativa entre aguas de abastecimiento y Aguas Minerales Naturales. Evidencia que invita a considerar que de la falta de concreción, se deriva una ausencia de objetividad y transparencia.

 

  • Transparencia

La falta de transparencia en términos de agua es un legado de nuestra falta de rigor cuando informamos, opinamos o educamos.

Para empezar, como marca la ley y las especificaciones de Aneabe que datan del 2009 en términos de definición, el Agua Mineral Natural es un alimento. Un alimento ligado a su pureza en origen.

Matizando las declaraciones (con acceso desde el segundo enlace de este post) de Irene Zafra, secretaria general de la Asociación Nacional de Empresas de Aguas Envasadas (Aneabe), añadimos que: «El nivel de percepción del consumidor en cuanto a las Aguas Minerales Naturales es directamente proporcional a su nivel de renta o poder adquisitivo»

Por otro lado, el agua de grifo es un servicio público. Un servicio público, con el cuál todo español tiene derecho (y obligación) de contar en su vivienda. El agua de red es ideal para el consumo de higiene.

El agua tratada y potabilizada evita la propagación de una serie de enfermedades bacteriológicas. Por ejemplo el cólera. También nos previene de afecciones derivadas de la contaminación cruzada en la cocina.

El mero hecho de contar con un tratamiento desinfectante basado en clorar el agua que usamos para lavar los utensilios o lavar nuestra manos nos puede librar de ese riesgo.

 

Conclusiones entorno al agua cruda, clorada y Aguas Minerales Naturales

Pero, en el caso de ingerir dicha agua clorada…

¿Puede afectar a nuestro organismo en el medio – largo plazo? Esta es una pregunta pertinente en relación a lo hablado hasta ahora.

¿No se comete un atrevimiento? o cuando menos, ¿una aseveración opaca cuando alguien afirma que «ambas son igual de seguras y de buenas»?

¿Es verdad que la falta de concreción y rigor invita a la equivocación con el beneplácito de los medios populares como en este caso que comentábamos de La Sexta?

No es nuestra mala fé. Es nuestro interés de dotar al público de la capacidad para recuperar la Cultura del Agua. Es la cultura de sus antepasados lo que nos lleva a ceñirnos a estas palabras.

Este tipo de contenido ayuda a posicionar. Ayuda a dotar de contenido de actualidad, como es el agua cruda, a portales de información como el mencionado.

La toma de conciencia entorno a las diferentes aguas puede verse beneficiada con la toma en consideración de estas líneas. Es por ello que invitamos a Luis Alberto Zamora y La Sexta.

Luis, no solo te invitamos a revisar las líneas que mencionamos de tu artículo. También a visitar el manantial del Agua Mineral Natural más equilibrada de Europa, en Elgoibar.

Salud desde el manantial de Alzola.

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